RAFAEL DÍAZ
10 de abril - 11 de mayo
Esta exposición es un paréntesis del tiempo, del tiempo otro, aquel en el que las horas se dilatan y se acomodan en una atmosfera tupida de millones de imperceptibles partículas de polvo que solo son visibles si se les presta la atención que requieren para mostrar su brillo en pequeños halos de luz.
Estar vivo, de la manera en que Rafa está vivo requiere habitar ese intersticio de espacio-tiempo en el que las horas no encuentran un mecanismo donde puedan predecir el discurrir del tiempo. Aquí las serpientes que fueron troncos se convierten en ramilletes de flores, y todas las ideas y acciones que no han encontrado un lugar fuera del paréntesis son posibles.
María Paola Sánchez
















